Vidrio Sorribes, 100 años de artesanía diseñando y creando vidrio. Cien años de evolución en los que cada cambio generacional ha sido el motor para abrir nuevos enfoques y nuevos horizontes para dar solución a los retos productivos que la sociedad de cada momento nos ha planteado. Cien años que han convertido a Vidrio Sorribes en una empresa evolucionada y abierta a afrontar nuevos retos que den respuesta a los proyectos industriales y empresariales que se planteen a la artesanía en un futuro.
Llevamos en nuestro ADN artesanía, esfuerzo y pasión. Tres generaciones de maestros artesanos que cuentan con una trayectoria ampliamente reconocida, y que han sabido mantener y adaptar a través de los años la magia de uno de los oficios más importantes de nuestra artesanía. El importante valor de arraigo frente a la globalización, nos confiere una gran capacidad para personalizar el vidrio, y hace de nuestra empresa, el candidato perfecto para ayudar a hacer realidad los proyectos de nuestros clientes.
En 1920, José Sorribes Bellmunt crea y regenta la empresa Ampollas Sorribes, denominación original de la empresa, dedicada a la fabricación de tubos y ampollas de vidrio de laboratorio, que llegó a contar con más de 100 trabajadores.
Se incorpora a la empresa José Sorribes Moreno, hijo del fundador de Vidrio Sorribes y segunda generación de maestros artesanos. Con él comienza la diversificación de la producción, introduciendo la empresa en el sector de la iluminación sin perder de vista el vidrio de laboratorio, motor y origen de la compañía hasta entonces.
Se incorpora a la empresa José Sorribes Moreno, hijo del fundador de Vidrio Sorribes y segunda generación de maestros artesanos. Con él comienza la diversificación de la producción, introduciendo la empresa en el sector de la iluminación sin perder de vista el vidrio de laboratorio, motor y origen de la compañía hasta entonces.
La incorporación a la empresa José Sorribes Moreno, hijo del fundador de Vidrio Sorribes y segunda generación de maestros artesanos. Con el comienza la diversificación de la producción, introduciendo la empresa en el sector de la iluminación sin perder de vista el vidrio de laboratorio, motor y origen de la compañía hasta entonces.
Tras el fallecimiento de José Sorribes Bellmunt, su hijo, José Sorribes Moreno asume la dirección técnica de la empresa, tomando un nuevo rumbo que supondría el inicio de la colaboración con grandes firmas de la industria valenciana de la maquinaria y la iluminación como Quilinox o Bronceart Torrent, que supondría un hito importante tanto por la apertura a nuevos mercados como por el reconocimiento y prestigio como firma de referencia en el vidrio artesano en España.
Bajo la denominación de José Sorribes Moreno, la empresa acoge a quien en un futuro se convertiría en una nueva generación de maestros artesanos, Sara Sorribes, hija y nieta de los maestros artesanos de Vidrio Sorribes. Juntos, padre e hija, comienzan a incorporar a la empresa como principales líneas de negocio decoración e iluminación.
2001 supone para la empresa el primer contacto con el mundo del diseño, abriendo una ventana al mundo y una nueva forma de comunicación y promoción de la artesanía en vidrio. Esta ventana al exterior supone para la empresa nuevos campos de trabajo y la entrada de Vidrio Sorribes en el sector de la restauración, lo que supondrá para la empresa un nuevo paso en el reconocimiento de su trabajo como maestros artesanos del vidrio.
La incorporación a la empresa José Sorribes Moreno, hijo del fundador de Vidrio Sorribes y segunda generación de maestros artesanos. Con el comienza la diversificación de la producción, introduciendo la empresa en el sector de la iluminación sin perder de vista el vidrio de laboratorio, motor y origen de la compañía hasta entonces.
En 1974, tras el fallecimiento de José Sorribes Bellmunt, su hijo, José Sorribes Moreno asume la dirección técnica de la empresa, tomando un nuevo rumbo que supondría el inicio de la colaboración con grandes firmas de la industria valenciana de la maquinaria y la iluminación como Quilinox o Bronceart Torrent, que supondría un hito importante tanto por la apertura a nuevos mercados como por el reconocimiento y prestigio como firma de referencia en el vidrio artesano en España.
En 1998 y bajo la denominación de José Sorribes Moreno, la empresa acoge a quien en un futuro se convertiría en una nueva generación de maestros artesanos, Sara Sorribes, hija y nieta de los maestros artesanos de Vidrio Sorribes. Juntos, padre e hija, comienzan a incorporar a la empresa como principales líneas de negocio decoración e iluminación.
2001 supone para la empresa el primer contacto con el mundo del diseño, abriendo una ventana al mundo y una nueva forma de comunicación y promoción de la artesanía en vidrio. Esta ventana al exterior supone para la empresa nuevos campos de trabajo y la entrada de Vidrio Sorribes en el sector de la restauración, lo que supondrá para la empresa un nuevo paso en el reconocimiento de su trabajo como maestros artesanos del vidrio.
En 1974, tras el fallecimiento de José Sorribes Bellmunt, su hijo, José Sorribes Moreno asume la dirección técnica de la empresa, tomando un nuevo rumbo que supondría el inicio de la colaboración con grandes firmas de la industria valenciana de la maquinaria y la iluminación como Quilinox o Bronceart Torrent, que supondría un hito importante tanto por la apertura a nuevos mercados como por el reconocimiento y prestigio como firma de referencia en el vidrio artesano en España.
En 1998 y bajo la denominación de José Sorribes Moreno, la empresa acoge a quien en un futuro se convertiría en una nueva generación de maestros artesanos, Sara Sorribes, hija y nieta de los maestros artesanos de Vidrio Sorribes. Juntos, padre e hija, comienzan a incorporar a la empresa como principales líneas de negocio decoración e iluminación.
2001 supone para la empresa el primer contacto con el mundo del diseño, abriendo una ventana al mundo y una nueva forma de comunicación y promoción de la artesanía en vidrio. Esta ventana al exterior supone para la empresa nuevos campos de trabajo y la entrada de Vidrio Sorribes en el sector de la restauración, lo que supondrá para la empresa un nuevo paso en el reconocimiento de su trabajo como maestros artesanos del vidrio.
Desde que en 1998 Sara Sorribes se incorporase a la empresa, comenzó a recorrer un camino de aprendizaje y experiencia que hicieron que poco a poco se fuese haciendo con las riendas de la empresa, hasta que en 2011 tomase el relevo como tercera generación de maestros artesanos.
2011 supondría el inicio de una etapa de colaboraciones con artistas y diseñadores, que junto con el trabajo de investigación en las más novedosas técnicas de artesanía del vidrio, comenzaron a abrir nuevas áreas de negocio para la empresa, suponiendo una transición desde la fabricación de productos al desarrollo de proyectos, lo que supuso el reconocimiento de la empresa a través de menciones en diferentes certámenes y la clasificación como Finalista en los Premios Nacionales de Artesanía.
2015 con la obtención del Premio Mujer Artesana que concede el Centro de Artesanía de la Comunitat Valenciana, supuso el comienzo de lo que hoy es nuestra empresa.
En 2016, la empresa comienza un proceso de modernización de su imagen y de su proyección empresarial del cual nace la marca comercial VIDRIO SORRIBES, esencia de nuestro origen y nuestra razón de ser.
Esta nueva reinvención ha supuesto una apuesta clara por la innovación, el desarrollo de nuevas ideas y los proyectos de nuestros clientes, pilar fundamental de la actividad de nuestra empresa.
En 2020 se reconoce de nuevo la proyección y la importancia de nuestra empresa con la obtención del Premio Artesanía del Centro de Artesanía de la Comunitat Valenciana.
Desde entonces, y hasta hoy, innumerables colaboraciones, procesos creativos, laboratorios de ideas y proyectos desarrollados, han sido el mejor reconocimiento para esta empresa, que tras un siglo de historia, ha sabido adaptarse a los tiempos poniendo en valor la artesanía y el trabajo del maestro artesano.
Desde que en 1998 Sara Sorribes se incorporase a la empresa, comenzó a recorrer un camino de aprendizaje y experiencia que hicieron que poco a poco se fuese haciendo con las riendas de la empresa, hasta que en 2011 tomase el relevo como tercera generación de maestros artesanos.
2011 supondría el inicio de una etapa de colaboraciones con artistas y diseñadores, que junto con el trabajo de investigación en las más novedosas técnicas de artesanía del vidrio, comenzaron a abrir nuevas áreas de negocio para la empresa, suponiendo una transición desde la fabricación de productos al desarrollo de proyectos, lo que supuso el reconocimiento de la empresa a través de menciones en diferentes certámenes y la clasificación como Finalista en los Premios Nacionales de Artesanía.
2015 con la obtención del Premio Mujer Artesana que concede el Centro de Artesanía de la Comunitat Valenciana, supuso el comienzo de lo que hoy es nuestra empresa. En 2016, la empresa comienza un proceso de modernización de su imagen y de su proyección empresarial del cual nace la marca comercial VIDRIO SORRIBES, esencia de nuestro origen y nuestra razón de ser. Esta nueva reinvención ha supuesto una apuesta clara por la innovación, el desarrollo de nuevas ideas y los proyectos de nuestros clientes, pilar fundamental de la actividad de nuestra empresa. En 2020 se reconoce de nuevo la proyección y la importancia de nuestra empresa con la obtención del Premio Artesanía del Centro de Artesanía de la Comunitat Valenciana.
Desde entonces, y hasta hoy, innumerables colaboraciones, procesos creativos, laboratorios de ideas y proyectos desarrollados, han sido el mejor reconocimiento para esta empresa, que tras un siglo de historia, ha sabido adaptarse a los tiempos poniendo en valor la artesanía y el trabajo del maestro artesano.
Desde que en 1998 Sara Sorribes se incorporase a la empresa, comenzó a recorrer un camino de aprendizaje y experiencia que hicieron que poco a poco se fuese haciendo con las riendas de la empresa, hasta que en 2011 tomase el relevo como tercera generación de maestros artesanos.
2011 supondría el inicio de una etapa de colaboraciones con artistas y diseñadores, que junto con el trabajo de investigación en las más novedosas técnicas de artesanía del vidrio, comenzaron a abrir nuevas áreas de negocio para la empresa, suponiendo una transición desde la fabricación de productos al desarrollo de proyectos, lo que supuso el reconocimiento de la empresa a través de menciones en diferentes certámenes y la clasificación como Finalista en los Premios Nacionales de Artesanía.
2015 con la obtención del Premio Mujer Artesana que concede el Centro de Artesanía de la Comunitat Valenciana, supuso el comienzo de lo que hoy es nuestra empresa.
En 2016, la empresa comienza un proceso de modernización de su imagen y de su proyección empresarial del cual nace la marca comercial VIDRIO SORRIBES, esencia de nuestro origen y nuestra razón de ser. Esta nueva reinvención ha supuesto una apuesta clara por la innovación, el desarrollo de nuevas ideas y los proyectos de nuestros clientes, pilar fundamental de la actividad de nuestra empresa. En 2020 se reconoce de nuevo la proyección y la importancia de nuestra empresa con la obtención del Premio Artesanía del Centro de Artesanía de la Comunitat Valenciana.
Desde entonces, y hasta hoy, innumerables colaboraciones, procesos creativos, laboratorios de ideas y proyectos desarrollados, han sido el mejor reconocimiento para esta empresa, que tras un siglo de historia, ha sabido adaptarse a los tiempos poniendo en valor la artesanía y el trabajo del maestro artesano.
Decía Machado, «ni el pasado ha muerto, ni está el mañana -ni el ayer- escrito», y lo siento cada día al echar la vista atrás y revisar la historia vivida, compartida y a la vez reinterpretada a través de miedos, fobias, sueños y fantasías.
Se cumplen 100 años del inicio del sueño, más de 20 de mi por entonces desconocido destino y el comienzo de mi transformación. Hoy convertida en burbuja, fuego y sueños, recuerdo a diario aquel «Papá, cuéntame otra vez» que mi maestro, padre y amigo grabó en mi corazón para enseñarme el camino.
No es fácil interpretar la pasión del artesano, pero basta escuchar los versos insuflados con su llama, para entender la lucha de tres generaciones que han dejado su vida por sus sueños y que merecen ser recordados.
Pasado el tiempo, y desde la convicción de que, sí, hay una nueva generación que continúa dando sentido a la artesanía, seguiré cada mañana amando mi profesión y agradeciéndole con la misma tonada que aprendí de Ismael Serrano que «todo comienza en ti, el resto de mi vida y la razón de abrir cada ventana, la canción que resuelve mis dudas, mi delirio y mi cura«.
Copyright © 2025 Artesanía en Vidrio J.Sorribes S.L.U.
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